martes, 21 de agosto de 2018

PASODOBLES DE MEDIDA (2/4): EL CAPITÁN BABUCHA Y LA TROPA QUE LE ESCUCHA (2016)

Tras la buena acogida que tuvo el año anterior la primera comparsa de esta etapa bigote, y teniendo en cuenta el éxito logrado en el concurso con el pase a cuartos, había que dar un paso más en la preparación de la nueva comparsa, máxime sabiéndose los sonados regresos que ese año se producían. Sentía que, en relación con la comparsa de los barberos, tenía que dar un par de saltos de calidad para repetir clasificación, que con uno no sería suficiente, teniendo en cuenta la dura competencia que se auguraba en cualquiera de los cortes.

“El Capitán Babucha” es, en mi opinión, la idea más original y acertada de todas las que se me han ocurrido hasta ahora. Mi intención era envolver en sarcasmo, dinamismo y lenguaje directo, un inquietante mensaje crítico acerca de las jerarquías humanas y la capacidad para volverse estúpido en cuanto alguien te da un mínimo de poder. Una defensa de la igualdad frente al clasismo, la imposición absurda y la obediencia ciega. Creo que en gran medida se consiguió, aunque lamentablemente algunos solo se quedaran en catalogarla como una comparsa fresca y demasiado cómica.

"El Capitán Babucha y la Tropa que le Escucha", 2016
Fuente: Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz

En cuanto al pasodoble de medida de esta comparsa, podemos decir que, si ya en el anterior post de esta serie veíamos qué es exactamente un “pasodoble de medida”, y aceptamos que a lo que nos referimos normalmente con este término es al pasodoble inicial, aquí ilustraremos uno de los formatos más habituales de estas letras: el pasodoble de presentación.

Tenemos que empezar recordando que, hasta no hace tantos años, la presentación no existía en sí misma como parte integrante del repertorio, y que hasta hace menos tiempo aún no se puntuaba en el concurso, no teniendo en absoluto la relevancia compositiva que adquirió en la década de los 80 y sobre todo en los 90.

De esta forma, las comparsas y chirigotas antiguas contaban de forma habitual con una letra de pasodoble que se utilizaba a modo de presentación del grupo. Posteriormente, y a pesar de la irrupción de la Presentación como composición aparte, muchos autores y grupos decidieron mantener esa letra de presentación, por tradición.

El Capitán Babucha, como comparsa de corte clásico en muchos de sus planteamientos, tomó como letra inicial un pasodoble de presentación, al estilo tradicional, con sus partes claramente diferenciadas:
  1. Saludo
  2. Presentación del tipo actual
  3. Recuerdo del tipo del año anterior
  4. Confesión del gaditano que va por dentro
  5. Piropo o mensaje a Cádiz
Esta estructura se puede apreciar, por ejemplo, en la conocidísima letra “Dando nuestro saludo nos presentamos” de la chirigota de Paco Alba “Los Del Bocho” (1955), y en muchas agrupaciones más.

Ha de entenderse que, en aquellos años donde no existía internet, ni el carnaval era tan relevante para ser tan seguido los 365 días del año, era muy conveniente que cada grupo recordara al público qué agrupación habían representado el año anterior. Ya que no siempre se contaba en las actuaciones con presentadores que lo pudieran comunicar al público, incluir ese dato en la letra de presentación ayudaba a que rápidamente el público pudiera identificar a la agrupación sin tener que preguntarse: “¿y esta gente quiéne son?”.

El Capitán Babucha en el Falla
Fuente: www.guitarradegades.com

Te invito a que descubras esas cinco partes en el pasodoble inicial de “El Capitán Babucha y la Tropa que le Escucha”. Pulsa para escucharlo:



Muy buenas noches,
les saluda a los presentes
esta comparsa
que viene buscando norte.
Ya recogimos
las tijeras y los peines,
con lo bien que disfrutamos
cuando dimos esos cortes...
Porque el barbero
se quedó en la barbería,
y al quitarse los bigotes
fue de nuevo ese chaval.
Ese chiquillo
tan sencillo e inocente,
que moría por su gente
y que sentía el carnaval,
que cuando iba a cantar a la Caleta
se volvía majareta,
y era solo un gran babeta,
bautizao en la bajamar.
Y aquí… te quiso querer…
se dejó el corazón...
y ahora vuelve a dejarlo.
Que cuando se abre cortina
se abre la puerta de los milagros.
Soñé... “yo seré capitán
de una copla sincera”,
navegando noche y día,
siete mares, siete meses,
capeando las mareas.
Para pisar,
piso tierra en la alegría,
piso tierra en estas tablas,
en las caras de paisanos
que se están dejando el alma,
piso tierra y no descanso
porque hay tanto que currar.
Y navegar,
que pisando tierra en Cádiz
viene a ser como pisar,
un poquito de las olas,
un poquito de la mar…
Ay, Cádiz,
aquí tienes a tus babuchas,
con más ganas que cualquiera,
con más ganas que cualquiera
y dispuestos a la lucha!

miércoles, 8 de agosto de 2018

PASODOBLES DE MEDIDA (1/4): LOS QUE TE METEN EL CORTE (2015)

Iniciamos una serie de artículos en este blog para empezar por el principio de toda comparsa: el pasodoble de medida. ¿Cómo surgieron en cada uno de estos años estos pasodobles iniciales?

Me gustaría empezar hablando del concepto “Pasodoble de Medida”. Normalmente se llama así a la primera letra que se lleva al grupo, y que sirve para presentar la música. La temática habitual gira en torno al tipo, o bien un piropo a Cádiz, o bien al propio grupo o autores (las denominadas “auto-letras”, muy características en determinadas agrupaciones).

Pero en un sentido estricto una letra de medida no es eso exactamente; se trata más bien de una serie de líneas, normalmente sin contenido alguno, que el músico va escribiendo mientras compone, para ir asentando la música, no olvidarla, y perfeccionarla. Esto se hace así porque, dentro de la propia autoevaluación constante que exige un proceso creativo, suele ser muy útil calibrar la calidad de una frase musical cuando ésta se apoya en palabras, y no en los típicos “na-na-na” o “la-la-la”…


Cuando se ha terminado de componer, queda en el papel una sucesión de frases, normalmente sin coherencia alguna entre sí, que se han ido escribiendo sobre la marcha, sin pensar casi nada, tan solo en la métrica y en la rima. Esta letra servirá como “máscara de entrada” para el resto de las letras que se escriban, ya con sentido e intencionalidad comunicativa. Y esta sería la auténtica “letra de medida”.

En mi caso, hace ya bastantes años que no suelo hacer este tipo de letras sin sentido; me salto este paso, y voy directamente de los “na-na-na” al pasodoble inicial, o pasodoble de presentación de la música, o en un sentido amplio, el “Pasodoble de medida”. Y es a este pasodoble inicial al que dedicaré esta serie de artículos.

La primera comparsa que presentamos al Falla con el grupo “Los Del Bigote” fue “Los que te meten el corte”. Una comparsa inicial, hecha para agradar, cuyo objetivo principal era presentar y asentar las bases de una comparsa joven, pero con las ideas claras, y que anunciara un camino de crecimiento y proyección. Este objetivo se cumplió con tanta claridad que hasta se llevó el “premio” (merecido sin duda, en mi opinión) del pase de fase, con gran satisfacción para todos.

"Los que te meten el corte", 2015
Camerinos del Falla

La historia de cómo se fraguó este grupo daría para otro artículo completo. De momento contaré que el contacto inicial que tuve con ellos fue con un chico de 20 años, que finalmente no salió en la comparsa, pero que me puso en contacto con el resto. En uno de esos contactos iniciales, cuando quise quedar con él me dijo, “no puedo, Fran, tengo que quedarme con mi niña”. “Ah, pero… ¿tienes una hija?”, “Sí, vive con la madre, pero me toca a mí este fin de semana”.

Me quedé cavilando. Yo, que con casi 40 tacos era padre de dos niños pequeños, me intenté poner en la piel de mí mismo con 20 años… ¿Cómo sería eso de ser padre a esa edad? ¿Cómo se integra en la mente de un joven, casi adolescente, el que te digan “vas a ser padre”? Y empecé, sobre aquella música que se fraguó en aquel verano 2014, a escribir versos sin que reflejaran en absoluto la experiencia concreta de este componente, sino más bien una historia bonita, idealizada en mi cabeza.

De ahí surgió el pasodoble inicial de “Los Que Te Meten el Corte”. Un pasodoble que no llegó a cantarse en el Falla, ni en preliminares ni en cuartos, pero que quedó para el recuerdo en el corazón del grupo, porque fue la primera letra que se metió, la que más recuerdos trae a algunos, y con ese puntito de nostalgia que conservan para siempre los principios.

No hay grabaciones en vídeo (o al menos yo no dispongo de ellas) del pasodoble interpretado por el grupo original, pero comparto con vosotros una versión acústica que se marcaron el pasado verano 2017 en el Pay Pay cuatro de los componentes originales: Javi Vázquez, Paco Bueno, Migue Hedrera y Sergi Gallardo:




Cuando las piernas me tiemblan,
cuando la voz se me quiebra,
cuando me saltan las canas,
cuando la boca se seca,
y se me hielan las venas,
me acuerdo de esa mañana…
Tú me llamaste, me dijiste:
“ven pa casa”,
yo me dije “algo le pasa”,
que sentirte preocupada no es normal.
Pero entonces,
con mis veinte primaveras
no me daba la mollera
pa esperarme lo que me ibas a contar…
Dos palabras, una prueba, una sonrisa,
y entre besos y caricias,
afronté la realidad:
Tu vientre selló mi promesa,
te dije “¡princesa,
va a ser una niña!”…
Volví tan tarde de tu casa hasta la mía,
por el camino no paraba de soñar;
que si morena, que si rubia, que si flaca,
pero siempre la más guapa
que pudiera imaginar.
Saboreando cada beso que aún no diera,
enfilé las escaleras,
las subí sin respirar.
Desperté a mi madre
en el silencio de la noche,
sin miedo al reproche
que tuviera que escuchar:
“Ay, mamita mía,
ay, mamita mía,
qué pronto he crecío,
dame un beso y no te enfades,
¡que via ser padre!”.


jueves, 2 de agosto de 2018

RESUCITANDO


Ahora que por fin rompieron las calores, cuando ya empiezan a soñarse las futuras coplas en la cabeza de la mayoría de autores, incluida la mía, y una vez lejos ya los ecos del carnaval que ha pasado, parece buen momento para echar la vista atrás y hacer un poco de balance, a modo de reflexión o simplemente pasando por aquellas coplas que no quiero olvidar.

En mi caso concreto, y en este preciso momento, más me apetece aún esa mirada retrospectiva. Cerrar una etapa y abrir otra nueva tiene estas cosas. Y aunque es cierto que, la etapa “bigote” vendrá conmigo y seguirá presente en mis comparsas, ya que sin ningún tipo de dudas ha sido en la que me he sentido más yo mismo, y en la que he podido expresar las cosas tal y como yo quería, no puedo olvidar que las cosas buenas cuando se cierran deben quedarse cerradas con una bonita sonrisa.

"El Capitán Babucha y la Tropa Que le Escucha", 2016

De esta intención, y de la repetida petición de algunos aficionados, surge esta resurrección de mi viejo blog de letras. “Al Pie de la Letra” nació hace ya casi 9 años como vehículo para que un autor de carnaval pudiera contarle al aficionado curioso cómo se produce ese proceso creativo de la copla, o bien las circunstancias que rodearon ciertas coplas, o bien, simplemente, el texto de dichas coplas.

Luego con los años el blog modificó sus contenidos y propuestas, y un poquito su aspecto (soy pésimo en el diseño). Incluso un año, en el que no escribí nada para el concurso, lo utilicé para hacer crónicas diarias de las actuaciones del Falla, que unos poquitos de seguidores del blog leían y comentaban. Recordemos que, por aquella época (hace escasísimos años), no estábamos tan absorbidos por el fenómeno de las redes sociales. Y yo con mi blog era feliz.

Pero, como me ha pasado con tantas otras cosas interesantes, el blog cayó en las garras de la dejadez y la falta de constancia, hasta recalar en el abandono, del que ya no remontó.

Hoy decido esta resurrección; no es una reanimación temporal o circunstancial, sino que tiene compromiso de permanencia. Viene para quedarse. Y ya me buscaré la forma de cumplir con este compromiso que hoy adquiero contigo. El acuerdo que te propongo es muy sencillo: si entras, te gusta este rollo, lees, comentas (lo que te dé la gana, por supuesto), yo seguiré escribiendo entradas. Coplas e historias hay para sacar de mi baúl, no solo de estos cuatro años; hay muchas más desde aquellos Tristealegres de 2004, cuando empecé a escribir comparsas.

Tristealegres, Fran Quintana
"Los Tristealegres", 2004

 Precisamente, relativa a ese magnífico año de 2004, puedes encontrar más abajo la única entrada que he dejado viva en el blog. Aunque la limpieza iba a ser total, no he podido (¡ni he querido!) eliminar la historia del pasodoble que le dediqué a mi madre aquel año, posiblemente una de mis mejores letras. Sirva dicha entrada como muestra de lo que puedes encontrar, querido lector, si repites visita por aquí de vez en cuando.

Espero que nos veamos muchas veces, y que te guste lo que vayas encontrando.

PASODOBLES DE MEDIDA (3/4): EL RINCONCITO DE LOS MILAGROS (2017)

La tercera comparsa de esta saga, El Rinconcito de los Milagros, nace a partir de las bonitas sensaciones de nuestro queridísimo “Capitán ...